martes, 23 de abril de 2013

Sentir el correr como un juego

Hace dos años, una chica apostó que era capaz de correr una media maratón. Esa chica soy yo, esta es mi historia, estas son mis experiencias...

Recuerdo mis primeras carreras jugando al "rescate", cuando apenas tenía 7 años, y mis primeros entrenamientos, acompañando a mi hermano mayor a atletismo, en una improvisada pista de asfalto de mi nuevo barrio, en la que daba vueltas absurdas en tardes de invierno.
Sentir el correr como un juego, incluso cuando en la escuela te obligaban a realizar carreras, tal vez, porque terminaba bien clasificada.
Pero a los 15 años, tuve un accidente de moto, con dos operaciones en la rodilla, esto desencadenó poner fin a mis carreras. Pensaba que era un punto y final, nunca digas nunca, con casi el doble de años, y con el aliciente de la carrera más divertida la "San Silvestre", me volvió el gusanillo de trotar.
La "San Silvestre" es el 31 de diciembre, es accesible porque no llega a 4 millas, pocos corren para ganar, la mayoría se disfraza y van a pasar un buen rato. Fue mi primera carrera, ilusionada por tener mi primer dorsal y mi primera bolsa de corredor (una camiseta y poco más) pero ya no había vuelta atrás. Sin casi preparar, y escondida en un disfraz de Batman, fui capaz, sufriendo un poco, de pasar por meta.
Sensación del deber cumplido, eso sólo lo conocen los corredores. Pero en mi primera carrera, fueron más gratificantes los ánimos y las caras de los niños cuando veían correr a Batman. Fueron pequeñas píldoras de energía para poder acabar la carrera. Después, ya no tenía fuerzas ni para tomar las uvas, es entonces cuando mi cabeza volvió a decirme:
¡¡ Sal a correr !!


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